Por: Cristian Caballero
La química analítica es parte fundamental de los procesos de laboratorio y sin importar la aplicación, sus objetivos son garantizar la veracidad, coherencia, trazabilidad y repetibilidad de los resultados. Es indispensable la estandarización de un método, donde la preparación de muestras sea el primer y más relevante factor para una adecuada cualificación y cuantificación.
Durante la preparación de muestras, se deben implementar una serie de controles tanto antes de iniciar el proceso como durante su desarrollo. Estas acciones deben complementarse con evaluaciones realizadas durante y al concluir el proceso, permitiendo concretar un procedimiento claro y estandarizado, con adaptabilidad para futuras modificaciones. Esto facilita mejoras continuas, con el objetivo de alcanzar y mantener el punto óptimo de aplicación a lo largo del tiempo.
Al estar directamente relacionada con el procedimiento analítico, la preparación de muestras debe aplicar criterios que garanticen la calidad de los resultados. Dependiendo de la aplicación, se pueden seguir normativas nacionales o internacionales que establecen un marco común de trabajo. Esto permite equiparar y comparar desde una perspectiva técnica los laboratorios en diferentes ubicaciones, obteniendo uno o más metodologías direccionadas acordes a sus objetivos y alcances prácticos.
Adicionalmente, se debe tener en cuenta que las diferentes modalidades de preparación de muestras impactan los métodos de análisis, incluyendo desde la cualificación de cada analito hasta la precisión y exactitud en el rango de trabajo validado de la etapa cuantitativa. Esto evidencia factores adicionales de tipo mineralógico, morfológico, interferencias analíticas, equipos utilizados y el personal involucrado en el proceso, entre otros. Todo esto destaca la necesidad de encontrar el método más adecuado para cada caso.
Con base en lo anterior, para iniciar de manera positiva en el camino de la cuantificación óptima de los resultados, la estandarización del método de preparación de muestras y su correcta implementación es el primer paso para maximizar la calidad y repetibilidad de los resultados, llevando al laboratorio a alto niveles metodológicos y técnicos.